La primera vez que pisó la base del Grupo Aéreo N.º 3, Pamela Torres Trujillo no sabía distinguir a un coronel de un comandante. “Me moría de miedo”, recuerda. Tal vez por eso terminó perdiéndose en las instalaciones. Y no era para menos: acababa de convertirse en la primera mujer civil en el Departamento de Operaciones y Entrenamiento, una unidad altamente operativa, integrada casi en su totalidad, por personal militar. Desde entonces, cada día ha sido una prueba de carácter, entrega y vocación de servicio. Hoy, Pamela forma parte de un equipo que lleva esperanza a los rincones más remotos del país.

El poder de atreverse

Años antes de alzar vuelo profesionalmente, Pamela enfrentó su primer gran desafío: trabajar y estudiar al mismo tiempo. Tras culminar sus estudios en Cibertec, decidió continuar su formación en la carrera de Administración de Empresas en la UPC. ¿Sería capaz de lograrlo? “Sabía que al matricularme en EPE tendría que exigirme el doble, pero desde el primer día sentí que estaba en el lugar correcto”, cuenta.

Pronto descubrió que la exigencia académica no era un obstáculo, sino una oportunidad para crecer. “Mis profesores, tutores y psicólogos me ayudaron a confiar en mí”, afirma. Su esfuerzo dio frutos. No solo culminó con éxito sus estudios, sino que alcanzó el primer puesto de su promoción, un reconocimiento que le fue otorgado en la ceremonia de graduación. “Fue emocionante escuchar mi nombre y ver a mis padres orgullosos… el esfuerzo había valido la pena”, recuerda.

No importa de dónde vengas ni cuánto miedo tengas. Si trabajas con pasión, disciplina y fe en ti, puedes lograr todo lo que te propongas.

Un llamado al servicio

En su último ciclo universitario, Pamela vio por redes sociales que la Fuerza Aérea del Perú buscaba personal administrativo. Siempre había sentido una profunda vocación de servicio, por lo que no dudó en postular. Superó un exigente proceso de selección —que incluyó exámenes, entrevistas con altos mandos y evaluaciones psicológicas— y finalmente fue aceptada. “No lo podía creer”.

Hoy se desempeña como técnico administrativo en el Departamento de Operaciones y Entrenamiento del Grupo Aéreo N.º 3, en el Callao. Convertirse en la primera mujer civil en este departamento no fue fácil, pero asumió el reto con entusiasmo y entereza. “Entré sin conocer las jerarquías militares, pero aprendí gracias al acompañamiento de mis superiores y al apoyo constante de mis compañeros”, comenta.

Impacto que transforma vidas

Actualmente, Pamela coordina operaciones aéreas, revisa documentación y gestiona acciones que impactan directamente en la vida de los peruanos que viven en las zonas más alejadas del país. A través de su trabajo, ha sido testigo de misiones que transforman vidas: desde la entrega de útiles escolares y campañas de salud para cientos de niños de la selva, hasta la logística para una donación de órganos que salvó una vida en Lima. “Cada acción me ha hecho entender la importancia de lo que hacemos. Somos un equipo comprometido y apasionado”, asegura.

Pamela destaca que gran parte de su desempeño actual se lo debe a su formación en la UPC. “Me enseñaron eficiencia, liderazgo y la importancia de trabajar en equipo. Me decían: ‘Tú puedes ser líder, demuéstralo’. Ese mensaje se me quedó grabado”, afirma con orgullo.

Desde su posición en la Fuerza Aérea, invita a los futuros profesionales a creer en sí mismos: “No importa de dónde vengas ni cuánto miedo tengas. Si trabajas con pasión, disciplina y fe en ti, puedes lograr todo lo que te propongas. El futuro es tuyo, sal a conquistarlo”.