Entre tantos científicos, doctores y genetistas, Martha Quispe Montalvo se sintió —según sus propias palabras— el “bicho raro” del equipo. ¿Una comunicadora en Roche, la empresa biotecnológica más importante del mundo? Ciertamente, no tenía bata blanca ni formación científica, pero había llegado a aportar algo fundamental a esta industria: una visión humana, creativa y estratégica de la experiencia del cliente.

Hoy, desde Panamá, nuestra graduada en Comunicación y Publicidad lidera estrategias de transformación organizacional y experiencia del cliente para siete afiliadas de Latinoamérica, que agrupan a más de treinta  países. Su enfoque combina creatividad, estructura y visión estratégica. “No trabajo en publicidad, pero sigo usando el razonamiento publicitario que aprendí en la UPC para conceptualizar cada una de mis proyectos o iniciativas: cuál es la necesidad, cómo conectaré con mi público objetivo, qué beneficio emocional y racional voy a ofrecerles, qué les voy a contar (storytelling), cómo los voy a persuadir, etc. Esa lógica guía cada decisión que tomo, sin importar el sector”.

Navegar la incertidumbre

Desde sus inicios en empresas de telecomunicaciones como Telefónica y Entel, Martha se desarrolló en áreas de comunicación, transformación cultural y marketing. Luego, decidió cursar una maestría en Customer Experience & Innovation en el IE Business School de Madrid, lo que le abrió las puertas a una consultora europea y la expuso a sectores como banca, telecomunicaciones y tecnología.

Fue desde España que se integró a Roche, inicialmente enfocada en el mercado peruano. Luego amplió su alcance a Ecuador y, más adelante, asumió un rol regional que implicó su traslado a la oficina de Roche en Panamá, desde donde opera hoy con una mirada integral de Latinoamérica.

"La creatividad y la comunicación también pueden transformar el mundo. Solo hay que atreverse a hacerlo".

Uno de los factores clave en su crecimiento ha sido su capacidad para navegar la incertidumbre. “He tenido cargos sin un job description claro. Yo misma tuve que diseñar mi rol”, recuerda. Aunque el puesto existía a nivel general, fue ella quien definió el verdadero alcance y nivel de ambición del cargo. Esa actitud le ha permitido liderar iniciativas complejas en contextos diversos, como la implementación de nuevos modelos operativos que impulsan la transformación de toda una región.

Liderar con empatía

Uno de los mayores desafíos en su carrera fue asumir su propio liderazgo. “Pasar de ejecutora a líder fue un reto. Y más aún cuando tu impacto no se da por jerarquía, sino por influencia. Trabajar con líderes de otros países, con prioridades distintas, exige un tipo de liderazgo basado en la escucha activa, la empatía y la visión estratégica”.

Su rol como Customer Experience & Organizational Excellence Manager la coloca en una posición clave: es el puente entre la organización y sus clientes. Desde allí impulsa procesos de transformación, diseña estrategias de fidelización y promueve soluciones innovadoras.  

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Hoy, Martha representa un liderazgo distinto en una industria tradicionalmente técnica. Su perfil, aparentemente ajeno al sector salud, ha resultado esencial para humanizar procesos, conectar áreas y generar impacto positivo desde una perspectiva estratégica y emocional.

“Pensé que iba a hacer comerciales toda mi vida. No imaginé que terminaría liderando estrategias de transformación en salud. Pero sigo aplicando todo lo que aprendí en la universidad. La creatividad y la comunicación también pueden transformar el mundo. Solo hay que atreverse a hacerlo”.